“La voluptuosidad del mal, era, sin duda, lo que le daba fuerzas…”
El ogro Blasco Ibañez
Es de imaginar el terror infinito sufrido por una criatura de nueve años cuando el hombre petiso que tenían conchabado en una pieza del fondo de la casa de su abuela mató un perro delante suyo. Era para que supiera cual iba a ser su destino y de sus hermanitos si llegaba a contar algo de lo que le hacía.
La mamá la dejaba al cuidado de la nana y apenas ella se iba a dormir aparecía el violador como si fuera el hombre de la bolsa.
Todo se desbarató al llegar en Noviembre del 2019 y salir corriendo muerta de miedo señalando al petiso que cortaba un árbol. Contó que se le “encimaba” muchas veces con un cuchillo en la mano. Que le dolía.
El petiso era Miguel Lugo (44) un cosechero analfabeto que llegó a Juicio bajo la figura penal de abuso sexual con acceso carnal reiterado un número indeterminado de veces. Entre los nueve y los diez años de la victima. Aceptó ser culpable para pagar sus culpas con ocho años de prisión en juicio abreviado.
El daño estaba hecho. La chiquita intentó suicidarse entrando a la pubertad. Atormentada por el horror del perrito muerto y por su propio ultraje.