“—Es mi nariz —dijo Cass—, puedo hacer lo que quiera con ella…”
Erecciones… Charles Bukowski
El narcotráfico arrecia en las fronteras salteñas. Su forma de justicia es el crimen. Casi podría decirse que nos hemos acostumbrado a sus muertos por encargo. En esa línea se inscribe Diego “Jetón” Parada (34) fusilado desde una moto la noche del 21 de octubre del 2019 cuando circulaba en su Cangoo en una encrucijada del barrio 20 de Febrero.

Los cuatro presuntos autores llegaron a Juicio esta semana a casi tres años del hecho.

Deberá probar la fiscalía la tesis de una venganza narco por deudas.

Que, como plasmó en la requisitoria, el imputado Jorge Bernardo Alexis Romero (36) alias “Pelao” contrató a dos colombianos para que mataran a Parada. Juan Ricardo Martinez Acosta (43) y Brayan Andrés Beltrán Morales (25), naturales de Bogota, junto al oranense Eric de la Cruz Olivera (43) alias “Giovani” serían los sicarios. Todos ocupan el banquillo.

Las pruebas no sobran. Hay un identikit, una declaración espontánea y varias escuchas telefónicas. A la mujer y la hijastra de Martinez se las acusa de encubridoras. Seis abogados ocupan la mesa de los defensores. Tres de sus clientes han cumplido o cumplen condena, Olivera y Romero, por transporte de droga y el colombiano Beltrán por portación de arma.

La victima era un narcobagayero con antecedentes de robo calificado. El debate, dicen, va a ser largo y espinoso. Los acusados prometieron contar su verdad (o su mentira) antes que termine.