“Me estuve por un momento, tieso de dolor…”
El zopilote Frank Kafka
Barrio 4 de Junio. Alvarado al fondo. Noviembre del 2019. Un hombre se dirige a su trabajo en moto. De la nada un chango le salta encima con un tramontina carnicero y lo corta en el brazo. Salpicada la cara con su propia sangre el agredido no puede creer lo que está pasando. Advierte cuando lo atienden en el hospital que le han arrancado los auriculares del celular.

Al temerario ladrón la policía lo ha detenido. Es un recolector municipal de nombre Joel Ezequiel Arraya (25) adicto a la pasta base según declaró hoy en el juicio por aquel robo a mano armada. Como los auriculares nunca aparecieron le bajaron la figura a lesiones leves siendo condenado a seis meses condicional.

Cesó la prisión que cumplía por rebeldía en la causa. Arraya tiene una segunda acusación por un hecho parecido y posterior al de hace tres años donde no le dictaron preventiva.