“¿Sabía que los demás estaban al corriente de su intriga? ¿O fue usted el que la asesinó para impedirle que hablara? Yago retrocedió y gritó: -¡No tiene pruebas contra mí, no diré nada!. Desde este momento no diré una palabra más…”
La tragedia del pañuelo Michael Innes
A doce años y cinco meses exactos del narcocrimen de Liliana Ledesma (37) en Salvador Mazza contando del 21 de Septiembre del 2006 al 21 de Febrero del 2019 los hermanos Delfín y Ula Castedo supuestos instigadores que burlaron más de una década la Justicia van a ser trasladados desde la cárcel de Güemes a Orán para que la Sala I de Juicio los notifique del inminente debate en etapa de ofrecimiento de pruebas, cuyo tribunal al momento se integraría con los mismos Jueces que actuaron en el caso de las hermanitas Barba contra Bridoux, María Laura Toledo, Raúl Lopez y Edgardo Laurenci.
Mucha agua corrió bajo la pasarela donde emboscaron y mataron a Ledesma con el mensaje sicario de cortale los labios en cruz hasta la pera.
Estaba enfrentada con los Castedo por las tierras limítrofes donde pasa la droga. Intereses compartidos por los hermanos con un tercer finquero con peso político y sobrepeso el entonces diputado Romerista Ernesto “Gordo” Aparicio fallecido en el 2013, tres años después que la Cámara del crimen de Orán condenara a su hermana enfermera, la María Gabriela “Gorda” Aparicio (52), a su esposo Anibal “Ani” Tárraga (40) y al chaqueño Lino Ademar Moreno (43) a perpetua como autores del asesinato de Ledesma pagados por los Castedo, quienes figuraban prófugos.
En el 2016 ambos cayeron presos, Reynaldo “Delfín” (52), el mayor, fue capturado en el oeste del gran Buenos Aires donde vivía con un nombre falso y Raúl “Ula” (38), el menor, llegó extraditado de Bolivia luego de cumplir una condena por drogas. Los defiende el abogado Oranense Ramón Santos Saldaño, también defensor de Ramón Valor en la causa Reynoso, el ex Juez que ya le tiran con todo lo que encuentran incluida la protección rentada del clan Castedo.
Había una escucha telefónica que publicamos en la edición 237 de Abril del 2008 muy elocuente del Ula Castedo poco antes del crimen. “…La negra Puta…Esta chota Chupapijas no se quien se cree, le digo, está acostumbrada a boconear…Esa la tengo estudiada punto por punto por donde anda…si hay que poné cien, doscientos, trescientos verde, lo vá a poné!!…”.