“La tarea de una división equitativa era dificultosa…”
Una conflagración imperfecta Ambrose Bierce
Al irrumpir la gente de drogas peligrosas a las casas de la familia Simba sobre los límites de los 200 Años y Libertad en Marzo del 2019 el panorama era de laboriosidad. Como si estuvieran preparando empanadas para vender el fin de semana. La diferencia era que armaban unas bochitas de pasta base de cocaína que no llevaban repulgue.
Menos del rubro gastronómico que del de narcóticos. Vendían paco. Había leche en polvo para estirar, cambio para los 50 a 100 pesos de cada unidad, celulares recibidos en canje y ciento sesenta y cinco pipas listas para ser entregadas.
En el procedimiento, precedido por el cruce de un chico de 14 años que salía de comprar, fueron detenidas Amelia del Milagro (35), Silvia (45), Mariela (41), Teresa (37) y Daniel “Dani” (29), todos Simba, todos hermanos, más el hijo de Silvia Claudio “Pelao” Cuellar (21). Quedaba prófugo el principal investigado David Martín “Davico” o “Culón” Simba (28) capturado a los tres meses.
Los del clan vienen a ser nietos de don Marianito Simba, el abuelo guaraní de 81 años muerto a cuchillazos frente al centro vecinal de Caballito a principios del 2003. Las asesinas fueron dos adictas de 15 años.
Acusados de comercializar estupefacientes agravado por venderle a menores, por ser una organización y por operar cerca de un lugar de recreación (cancha de fútbol del Libertad) llegaron a Juicio en la Sala II.
Junto a los Simba se juzgaba al “Coya Gustavo” Luis Gustavo Alarcón (26) por un robo con el Culón.
El fallo dictado por la Jueza María Laura Toledo mandó seis años efectivos a la cárcel al emprendimiento Simba completo. Al Coya le aplicó dos años en suspenso y reglas de conducta. Era sapo de otro pozo.
Los defensores fueron Enzo Gianotti y Enrique Romano, la fiscal Mónica Viazzi. De los siete parientes condenados, Amelia y Mariela, seguirán bajo la modalidad prisión domiciliaria.