“Todo conspiraba contra lo que le interesa a la gente, salvo por tratarse de un suicidio en el centro del valle de la Luna, en San Juan. La noticia ocupó dos minutos en el noticiero de la medianoche…”
Los electrocutados J P Zooey

A la velocidad de las ondas electromagnéticas en el éter, del punto a punto de las fibras ópticas, arrastrado por el vértigo de la información, el Oranense Enrique Walter Laguna del barrio Vialidad fue un revivido Pablo Escobar Gabiría el Viernes 14 de Junio pasado al explotarle el tanque de su Peugeot 306 y esparcirse por el aire un polvo sospechoso que resultó nueve gramos de cocaína.

Los Medios nos ensañamos, como siempre. “El tanque habría estado casi lleno de cocaína” (TN). El narco era “intensamente buscado” replicaba en su idioma el Kota Kinabaku news de Malasia con la cara de Laguna a esas horas un patrón del mal sin bigote.

La Causa se radicó en el Juzgado federal de Tartagal que nunca libró ni orden de detención ni de allanamiento siendo que el auto blanco se veía dentro de su casa desde la calle. Tuvo consigna policial ignoramos ordenada por quien. El 25 demoraban a un familiar que se trenzaba con los custodios.

Su abogado dice que el chango acababa de comprar el tanque a unos gitanos de Yrigoyen sin reparar que estaba emparchado. ¿Por qué huyó? fue porque tenía una denuncia de la mujer de violencia de género y temía lo detengan por eso.

El 7 de Agosto a 54 días de la explosión sacó el auto y se le fue toda la Policía encima. Estuvo demorado dos horas y al no tener orden de captura ni federal ni provincial lo largaron. El Peugeot quedó secuestrado. La Fiscalía de Tartagal sigue la investigación. En el Seward news de Seward Alaska han titulado “Parece que no era Pablo Escobar”.