“Por ella había matado. Se había esgraciado y le daba miedo pensarlo…”
Er si, ella no Joaquín Gallegos Lara
Un reguero de asesinatos a la vuelta del pequeño barrio Retambay bajo la tesitura reyerta de adictos al paco repitió la madrugada del Martes en Mendoza y Chaco.
Un hombre de 42 años, con cartel, detenciones y cárcel de ladrón de motos desde el 2007, salido hace poco de su último claustro por violencia de género, compartía pasta base en lo de su amigo el “Zurdo” Orlando Rojas (37).
Amaneciendo las luces de la conciencia se habían apagado.
Estaban en la etapa del bajón y el desconocimiento.
La versión del Ramiro Eduardo “Gato Mili” Yaquet fue el Zurdo se deliró con que le había robado merca. Al querer apuñalarlo lo primereó con un puntazo en la panza. El de la enorme araña tatuada en el hombro se iba.
El GAP lo atrapaba a la tarde drogándose en el 4 de Junio. Antes hay actuaciones del 911que quiso matar a la mujer. Yaquet enjuagaba sus culpas jurando que el Zurdo era su amigo y no quiso matarlo.
