“¿Qué hacés ahí adentro?, preguntaba la abuela. Nada, déjame en paz, gritaba Cuqui y seguía…”
En Utah también hay montañas     Federico Falco
Lucía y Cristian son un matrimonio con domicilio en barrio Matadero de Pichanal. Tienen cuatro hijos.

Hace un año y dos meses exactamente el 24 de Octubre del 2019 su casa era allanada por Drogas Peligrosas y dos de sus hijos Cristian Ulises Juarez (23) y Araceli del Milagro (21) era detenidos bajo cargos de vender marihuana. Secuestraban casi medio kilo en terrones y bochitas.

Dos amigos vecinos con lo que fumaban en la esquina, el Renzo Eliseo Jonathan Herrera (24) y Cristian Fernando Cano (24) también caían en la redada en calidad de socios del expendio. Los Policías tenían unas filmaciones donde se los veía, aparentemente, tranzando mediante pase de manos. En el Juicio celebrado contra ellos las imágenes mostraban las típicas juntas de fumancheros pero no se notaba tan claro las ventas.

Antes del veredicto e incluso durante la toma de sus datos personales los cuatro se declararon consumidores. Para Ulises la acusación se agravaba por una escopeta y unos cartuchos nueve milímetros hallados en su cuarto. Ante el Juez Laurenci explicó que era un arma que le dejó el abuelo de herencia y que no funcionaba.

Los defensores, Soledad Rallé, Fabricio Torres y Federico Gil Neuer pidieron la absolución de sus clientes contra las pretensiones de la Fiscal Sofía Fuentes de siete y seis años de prisión efectiva para cada uno. Solo fue condenado Ulises a tres años en suspenso por tenencia simple de estupefacientes. Al plantel completo se le otorgó la libertad.

Los papás Juarez estaban contentos pero, señalaron, se enteraron que sus hijos eran drogadictos con el operativo. Quieren rescatarlos, que vuelvan a estudiar. Ya tuvieron suficiente con esta experiencia.