“Jamás tendrán esos niños la oportunidad de ser algo en la vida…”
Miedo W. Somerset Maugham
Las historias del chaco salteño profundo son intrincadas como la telaraña de sus picadas polvorientas y duelen igual que las espinas de sus cardos.
La que vamos a contar tiene lugar en un puesto a varias leguas de rivadavia banda sur y en una fecha que la retrotrae a Julio del 2012. El puestero intenta pasar a cuchillo a su mujer con la que tiene diez hijos. Ella sufre una estocada pasmosa en la espalda y él una condena judicial de siete años de prisión.
La prole se reparte. Cinco quedan al cuidado de la comadre del hombre, una mujer hoy de 52 años. Tres nenas y dos varoncitos. Ellos, de adolescentes, se van a golodrinear.
En agosto del año pasado denuncian que sus hermanas, 14 y 15 años, viven esclavizadas por la cuidadora, madrina además, y obligadas a tener sexo con los hijos. En cámara gesell una confirma haber sido encerrada en la pieza para que fuera “faltada” por ambos. Pinta una situación de control enfermizo, de cenicientas con madrastra. Dicen que es mala, cruel y les pega.
La guardadora es detenida junto con AAE (23) y RFE (26), sus hijos, acusados de abuso sexual con penetración agravado. Los defiende el abogado oranense Fernando Ruiz.
Una tercer hermanita que había escapado antes que todo saliera a la luz contó que el marido de la señora la violó a los once años. No se inició causa porque el aludido se suicidó en el monte.
El viernes se elevó a juicio el sórdido asunto. Los tres están con prisión preventiva.
