“Agarrándose con ambas manos al volante, hizo un movimiento brusco, violento. Inútil…”
Embargo     José Saramago
Frente la cancha del 25 de mayo al fondo del barrio sobre las piedras de la calle Paraguay un auto bordó amanece el viernes recostado en la cuneta. Dentro no se advierten movimientos. Parece abandonado.

Yo volví a la medianoche y no estaba, dice un vecino.

Alguien que pasa repara en la ventanilla del conductor rota y en un hombre inerme regado de manchas rojo oscuro. Tiene el pantalón un poco bajo. A partir de allí el sector se acordona y se llena de policías y de conjeturas.

La zona tiene una historia criminal muy densa. A cien metros en uno de los canchones de troncos de los aserraderos apareció asesinada la adolescente Noelia Mirabal un diciembre hace diecisiete años. Por nombrar uno de los crímenes. Con trasfondo sexual.

Se sabe que el hombre del auto es el “Henry” Enrique Felix Perez (32) trabajador de Aguas del Norte y padre de familia de barrio azucarero.

Más tarde la autopsia rebela que múltiples heridas de cuchillo le han causado una hemorragia irreparable. El GAP de homicidios busca respuestas. La ciudad se las exige. Henry es un chico conocido y querido.

Esperan hablen los indicios mudos recogidos en el teatro de los hechos. Hay un comprobante de extracción de plata de un cajero. En tren de hipótesis se baraja una mujer, entregadora o autora, o el ataque de una patota. A veces Orán es una jungla.