“Me llamó y sacando unos caramelos de su bolsillo me dijo: -Oye, pequeña, ¿quieres un dulce?-. Me dijo que yo era la chica más linda que había visto pasar esa mañana, mientras él estaba…De pronto, Millie se cubrió la boca con la mano y exclamó: -¡Oh! ¡Me olvidé!. El me advirtió que no se lo dijera a nadie; si no, no me daría más caramelos…”
Si muriera antes de despertar William Irish
Un huracán de odio redial desató la noticia primereada por unos medios hiper amarillos de Salta, manejados por políticos, de una nena de 4 años “violada” por el abuelo. “Orán…etcétera, etcétera, catástrofe, catástrofe”. Los más piadosos pedían para el supuesto degenerado sus bolas cortadas, la mayoría, su cabeza guillotinada. Todos descargaban sus iras en el que, leyendo el contenido, podía haber toqueteado a la niñita en una chupa larga en la que también participaba el padre. Fue éste, machado, quien denunció que el abuelo le había tocado el “sapito” a la hijita. El Domingo 6 de Enero. Luego la mamá denunciaría al denunciante como el que le había hecho “algo” a la nena. O sea el padre acusaba al suegro y la madre lo acusaba al padre, capicúa. Con toda suerte la nena solo tenía una irritación, producto de un frotamiento. El Lunes por riguroso orden de largada detenían al abuelo.
Los medios Oranenses, fieles a dar por cierto lo que publican en Salta o Buenos Aires, repitieron textual lo del abuelo violador de Caballito al fondo, lugar del suceso. Unos buenos potenciales del modo…podría, sería, no se descarta…fabricaban un escándalo de perversidad pedófila con indignación general asegurada.
No hubo violación, si un adulto viola a una chiquita de esa edad, la mata. Alguna vez el querido médico forense Mario Mouscarcel lo explicó en esta misma revista. Se entiende violación cuando hay acceso carnal, no lo decimos nosotros que somos unos nabos, sino la ley que califica el abuso cuando hay penetración y lo castiga mucho más severamente. La cuestión era si alguien había manoseado a la inocente metida en el foso de caimanes de una ronda de borrachos perdidos. Y si era el abuelo o el padre.
El Jueves 10 se realizó la Cámara Gesell. La angelita dijo que nadie la tocó. A la pregunta ¿alguien te hizo algo malo? volvió a repetir que nadie. Con esa evidencia la Causa se cae. Habrá que ver. La decencia y el alcohol no se llevan bien. Aún si el hecho no hubiera existido la reacción furiosa de las multitudes en red es una notable advertencia para los borrachos que se atrevan a ultrajar niños, NADIE LOS VA A PERDONAR.