“Al afeitarse esa mañana descubrió que tenía cara de gato: se erizó…”
Pequeño mío    Triunfo Arciniegas
Las sectas para la defensa de los motochorros, integradas exclusivamente por los motochorros y sus familias, son colectivos minoritarios. La enorme mayoría detesta su conducta cobarde. Las marchas con los carteles “muchos menos” se hacen sentir contra las pretensiones del derechohumanismo ciego. “Los queremos presos” corean multitudes.

En esa dirección falló hoy el tribunal de Sala II condenando a Leonardo “Leo” Robles (21) a la mínima de cinco años de prisión efectiva culpable de robo calificado por uso de arma. Los cumplirá en la unidad penitenciaria. El 28 de Junio del año pasado había atacado con un cuchillo a una estudiante de 14 años que circulaba a la salida del colegio por la calle Pellegrini y la había dejado sin celular y con un tajo en la mano.

Al tipo lo había perdido el Face donde la chica lo reconoció llevando sus fotos a la Policía. Tenía selfies delante de la moto que había usado para escapar con un cómplice. La victima es hija de un conocido profesional de Yrigoyen. Declaró en cámara gesell.

Junto a Robles fue considerado responsable del delito del encubrimiento el menor al que le vendió el aparato. El tal Leo dijo que estudiaba en Manualidades y que ya había dejado el alcohol y las drogas. Deberá hacer lo propio con el motochorrismo.