No somos expertos accidentólogos. Vimos muchos accidentes iguales. Quizá sea un tipo repetido. Quizá integre una categoría en los listados morfológicos de los que estudian los accidentes de tránsito. En lenguaje vulgar es “tragarte de atrás un camión”. Se te aparece de pronto, vas con el acelerador apretado y debe ser una milésima de segundo que estás sepultado embutido debajo de la mole. En Enero del 2010 fue un matrimonio, los dos mayores, Jujeños, de Perico, que saliendo de una de las ondulaciones que preceden el puente del río Seco en la ruta 34 fue a desintegrarse contra un semi estacionado. Murieron los dos. Iban en una Cangoo. Venían de un velorio en Bolivia, habían tomado.
“Cuantas veces he quedado aplastado durante
horas en un rincón oscuro del taller después de leer
una noticia en la sección de policiales…”
El Túnel Ernesto Sábato
En la misma marca de camioneta viajaban a Aguas Blancas, aquellos venían desde Salvador Mazza, otros Jujeños esta mañana del Martes 7 de Agosto ocho años después. Cegados por una niebla que bajó de golpe y como venían se estrolaron contra un colectivo de changueros que vino a ser lo último que vieron. Fue en la ruta 50 en la zona mortal entre el Zenta y el Blanco. Los desastres fueron idénticos con causas diferentes. Ahora hubo cuatro muertos. Sergio Alemán (35) Evangelina Gallardo (56) Mirta Rodriguez (30) y Santos Cardenas (43). Noemí Salvatierra (40) quedó grave en terapia. Todos de Perico. Venían de compras. Delante del asiento del acompañante se secuestró un Fernet y una coca cola.