Cuando faltabas mucho a la escuela mandaban a llamar a tus papás. En el colegio te ponían ausente y llegado una cantidad determinada de faltas, una de dos: o repetías o dabas todas las materias libres entre Diciembre y Marzo. Hoy para que te echen cuanti menos tenes que violar a un preceptor. Ya empleado si faltás te mandan un médico laboral. Para que te justifique el día tenes que estar boqueando dentro de un pulmotor. En el Estado clasifican faltas justificadas o injustificadas, con o sin aviso. Pasado un cierto monto de injustificadas patada en el culo. En la Justicia la comparecencia es compulsiva, no podés faltar, a menos que presentes tu certificado de defunción, la muerte de tu perro salchicha, o una agonía en terapia Intensiva. Está prohibido: me olvidé, mi papá no me dejó, perdí el colectivo. Te va a buscar la Policía.

“El Juez Ballinger miró primero a Mason y luego al otro abogado y en sus
labios apuntó el esbozo de una sonrisa. -¿Violó especificamente el señor Mason
la orden de este tribunal?.- inquirió. – Pues no…, su señoría…”
El caso de la bella pordiosera         Erle S Garner

En los delitos penales leves se espera el Juicio excarcelado. Especulan que por el rango de los cargos el castigo va a ser condicional, en suspenso, de menos de tres años de cárcel. Si tenés arraigo en el medio sería loco que te escapes. Le erraron el tiro respecto al “Tuerto Kelo” Sergio Ariel Torres (38), un convicto con 15 años cumplidos por dos robos calificados por uso de arma, que el año pasado tuvo dos recaídas. En Mayo con otros malevos andaba con una escopeta tumbera, lo procesaron por portación de arma de uso civil. Liberado, tuvo en Julio una agarrada con un Policía al que amenazó con un cuchillón para evitar que lo detenga. Su versión era que se estaba rescatando como panadero y que al oir un tumulto afuera salió con el cuchillo de cortar la masa. El efectivo dijo que al verlo dijo “tengo ganas de matar un policía” acariciando el filo. Lo cierto que con una segunda acusación de amenazas con arma y resistencia a la autoridad y, pese a sus antecedentes, otra vez lo largaron.

El Lunes 30 de Julio estaba notificado del Juicio en su contra en la sala II. Era unipersonal. El Juez Edgardo Laurenci se presentó en tiempo y forma, la fiscal Mariana Torres, también. Se miraron las caras y luego sus celulares para verificar la hora. El debate debía iniciarse a las ocho y media. A los quince minutos ya la posibilidad que el imputado apareciera en la puerta de la sala era igual a que lo hiciera el general Perón alzando los brazos como en las jornadas épicas de la Plaza de Mayo. Se suspendió todo y se ordenó la inmediata detención de Torres. Lo juzgarán. Si es que lo encuentran.