“Empezaba a caer gente a la plaza, la mayoría para conseguir droga…”
Bajar es lo peor Mariana Enriquez
Dos mujeres cumplirán cuatro años con prisión domiciliaria el menor castigo de ley por vender droga menuda. El arreglo a través de un juicio abreviado incluye el pago de cinco mil pesos de multa. Tienen varios hijos. Tanto Ana Gabriela Mesa empleada municipal del barrio 17 de octubre como Mirian Belén Cañizares de los asentamientos 16 de agosto, ambas de treinta años, hicieron un mea culpa.
La primera tenía una caída en enero del año pasado con once pipas en los bolsillos más un allanamiento en agosto de siete gramos y medio de pasta y la segunda solo una foto donde se la veía en un pasamanos. Fue defensora la abogada Cecilia Barba y el Juez Fayos le dio legalidad al cierre del proceso.
En esto de abastecer piperos siempre es mucho más lo que se pierde que lo que se gana.