“No es cebolla cruda ni pastel de cerezas…”
Las últimas horas de los últimos días Bernardo Fernandez
Para mí cien pesos de pasta base por favor. Sí como no ya le armo su bochita. Vendía la cocaína suelta como si fuera harina de mandioca. Los piperos compraban en la casa de una tal Fernanda del barrio Chatarrero a la que habían convencido vendiera que no le iba a faltar la plata. Los clientes se apelotonaban todos con su cañito y su virulana para fumar.
Uno de los que cruzaron los de Drogas peligrosas investigando a Fernanda Beatriz Michel (29) justificó que su vicio era “para componerse”. En Febrero del año pasado cayeron a la casa de la mujer secuestrando 247 pipas de paco. No le faltaba nada para estirar y fraccionar, ni el platito ni la cuchara ni los recortes de envolver.
Pasado un año con arresto domiciliario (tiene dos hijos) le llegó el día del Juicio en la Sala II con el Juez Lopez. Ayer viernes. Vender estupefacientes era el cargo. Su defensor Federico Gil Neuer arregló un abreviado con la fiscal Alda Murúa de cuatro años de prisión, el mínimo para el delito.
Tuvo que confesar su culpabilidad y tendrá que pagar mil pesos de multa. Acordaron que cumplirá la pena con encierro casero, como hasta ahora.
