Puestos a buscar Los tres Morros en Google nos sale la comunidad Jujeña cerca de Purmamarca ubicada a 4170 metros sobre el nivel mar. Se asientan allí los descendientes Coyas de Inti Killa, nombre si se quiere circular que une el sol (inti) y la luna (killa).
“Era un lugar de paso, vacío de historia alguna. Pero faltaban horas para que eso terminara…”
Monstruos perfectos Miguel Angel Molfino
En nuestra provincia tenemos el paraje de los Tres Morros, no tan alto, ubicado subiendo de Isla de Cañas un buen trecho de sendas cortadas por ríos en un marco selvático de difícil tránsito. Hay una escuela, la Miguel Cané ex 201, a la que asisten los hijos de los gauchos lugareños que crían animales. En Google, a más de la escuela, aparece el lugar relacionado con un crimen ocurrido el pasado tres de Agosto en los festejos etílicos de una tradicional marcada de vaquitas. Dos vecinos de rancho se fueron a las manos en la cocina de don Sixto Catalino Ayarde (65) que fue a recibir una trompada de don Milagro Soto (51) estando presente el hijo de 12 años del segundo que no pudo hacer nada cuando el trompeado encontró el cuchillo que le habían escondido y se le fue encima al padre como un espadachín bamboleante que lo cruzaba a tajos, uno de los cuales, al poner las manos para atajarse, le abrió la muñeca y lo desangró sin remedio. Vivían demasiado distantes para una ayuda pronta.
A la tarde del día siguiente llegaron los de homicidios destartalados por el viaje en el acoplado sin elásticos de un tractor que iba rebotando en las piedras del camino. Ayarde no podía irse lejos. Ya estaba lejos. Se entregó. Todos bajaron entristecidos. Por fin Ayarde y Soto eran vecinos de metros y hasta esa discusión, amigos. Acusado de homicidio simple el sexagenario quedó detenido.
A dos meses y ocho días, el 11 de Octubre, arregló en un Juicio abreviado que controló el Juez Aldo Primucci del tribunal de Sala I, la pena de nueve años de prisión por el delito, del que, por supuesto se declaró culpable. Por su edad en unos pocos años tendrá derecho a la domiciliaria. ¿Abuelo usted es de los cerros? le van a preguntar en la cárcel. Si, de los Tres Morros, contestará. De acá, de Iruya, no de Jujuy.