“Ayer nomas,
mis familiares me decían
que hay que tener dinero
para ser feliz.
Hoy desperté,
y vi mi cama y vi mi cuarto,
ya todo es gris y sin sentido,
la gente vive sin creer…”
Ayer nomas Moris
Ayer nomas hablamos por intermedio de los protagonistas directos de un hecho sangriento en los asentamientos Nueva Esperanza de la Colonia que el sector es muy peligroso, centro de abastecimiento para los adictos a las drogas de toda la ciudad. Lo saben los vecinos, lo sabe la Policía. La cancha es un polo de reunión pipera y hasta allí llegan en moto para comprar. Fue que hoy Martes una patrulla vio a dos conocidos ladrones que encaraban una casa al lado del potrero y fue que apenas se sintieron “detectados” por los “vigilantes” saltaron de la moto y se pegaron el pire. Los civiles de la Comisaría tenían marcada la casa como boca de expendio.
Al llegarse a verificar el vehículo abandonado un muchacho salió del domicilio confesando, dice un informe, que los pirados habían ido a comprarle droga a su mamá, que no estaba. Con semejante dato a bocajarro los policías iniciaron una requisa con su autorización. Les entregó un frasco con 38 caramelos de pasta base, y otro, embalado con cinta negra, con tres bochitas.
De inmediato se pidió la presencia de Drogas Peligrosas para que terminara el trámite que en lenguaje legal es una causa penal por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización contra la mujer ausente, que fue ubicada y detenida, y su hijo. Se la identificó de nombre Miriam Vaca investigada como la transa de la cancha. Hay que ver quien la metió en el negocio, quién le lleva la cocaína para fraccionar, los narcos sacan provecho de la pobreza, más en estos tiempos de malaria, a esos hay que buscar también.
Sino no va a haber ninguna esperanza, ni nueva ni vieja.