“Y tú, Matilde Peralta, a ver que me das por devolverte entero al prófugo de tu marido, ahí lo tienes, arrastrado por el pescuezo con una cabuya y advertido por él en persona de que se iba a pudrir en el cepo chino la próxima vez que tratara de abandonar a su esposa legítima…”
El otoño del patriarca Gabriel Garcia Marquez
Las opiniones de los Jueces son radicalmente humanas. No pueden ser de otra manera por naturaleza. Solo que se piense como hace siglos, cuando los monoteísmos de libro se impusieron, que los elige un Dios y alguna autoridad celeste. Tanto es así que separan a los magistrados abismos antagónicos en esto de interpretar las leyes y actuar en consecuencia. Cada cual tiene su librito. Su visión del mundo. Se hace evidente en los trámites de las causas largas que si tenés plata y paciencia para insistir con apelaciones al final encontrás a un Juez que te da la razón. Que piensa como vos. No es corrupción. ES INTERPRETACIÓN. Honesta, Falible, subjetiva, personal, humana.
Con la llegada al Juzgado Federal de Orán como Juez subrogante del titular de la Justicia federal en Tartagal, Carlos Martinez Frugoni, respecto al subrogante Gustavo Montoya, de viaje, hubo cambios del día a la noche. Se escuchan rumores que el nuevo larga a todo el mundo y juzgan excesivo su garantísmo. Montoya se tomaba su tiempo. Tenía diferente estilo. A hoy la Fiscalía federal está cuestionando todas las liberaciones que ha ordenado el suplente Frugoni. Excarcela, no exculpa. Mandó a la casa a uno de los acusados del Patrón del mal Juansuti , Carlos Jorge Donaire del Constituyentes, con prisión preventiva por partícipe necesario de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes dictada por Montoya el 28 de Agosto (dictamen que se encuentra apelado en la Cámara federal).
Sorprendió el criterio que utilizó para liberar falta de mérito a los dos bagayeros que el pasado 22 de Agosto fueron pillados en un remis con más de cuarenta kilos de cocaína metidos en paquetes dentro de cajas de cigarrillos rodeo. Fue en un control de Peña Colorada. Uno se hizo cargo del bulto hallado en el baúl, era el Bermejeño Leyton Gira Pastor (31), pero luego en el Escuadrón se retractó culpando al otro pasajero del remis, una Ecosport blanca, que él le había indicado el vehículo que debía tomar y que una vez que hubiera pasado la carga del otro lado del 28 por el monte, le diría a quien se la tenía que dar. Era un chango del Taranto de 18 años Héctor Gabriel Noveno. Ambos quedaron acusados por Montoya de transporte de estupefacientes, hasta que a la semana llegó Frugoni y les dio la libertad y casi la inocencia bajo la idea que los bagayeros no saben lo que llevan en las cargas, ellos solo las pasan. Es su interpretación, para algunos ingenua, para otros, muy adecuada. Por lo menos así lo veo yo, debe decir.
