“Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado…”
Elegía Miguel Hernandez

Todavía la marihuana es ilegal a pesar que visto los inminentes cambios políticos la cosa pueda repensarse. Tal vez a la manera del ex Juez de la corte suprema de Justicia Raúl Zaffaroni con su planteo de la plantita en el balcón para consumo personal.

Cierto es que el cáñamo es un vegetal amigable que crece allí donde lo plantes. Los consumidores y/o los vendedores se sueñan finqueros narcos con un par de plantines secretos en la tierrita del fondo.

La Policía se ha cansado de arrancarlos vía dato de macetas sospechosas o yuyos raros en las ligustrinas. Nunca se encontró una plantación a la paraguaya o tan siquiera una chacra del perseguido vegetal.

El 30 de Octubre en un montecito del 4 de Junio en la alvarado al final los de Drogas supieron que alguien cultivaba con amor unos incipientes arbolitos de marijuana. Se camuflaron en la maleza y esperaron. Al mediodía llegaron los agricultores con una botella de agua y un tacho y cuando empezaron a regar primorosamente sus pichones de porros les saltaron encima los policías y lo peor no debe haber sido que los detuvieran sino que les arrancaran de su huerto las once plantitas que cuidaban con tanto cariño.

Eran dos hermanos, uno de 15 y el otro de 18. Los identificaron y les dieron de inmediato la libertad. Si se quieren reír vayan a los actos de los políticos pero no me planten marihuana por favor. ¿Cómo se llamaban los hortelanos?. Hansel y Gretel.

Para el pensamiento zaffaroniano la marihuana distrae del Paco que es un puro veneno y donde el estado debe centrar la lucha.

El mismo día de los plantines Drogas Peligrosas allanaba dos casas del Pasaje El Cedral en barrio 25 de Mayo secuestrando cuatro pipas de lo de Rodrigo Reynaga (19) y Raúl Reynaga (39) y treinta y siete pacos más en lo de Guillermo Guille Albis (27) que fue detenido junto a su hermana de 22 con el plus de dos bochas de picadura.

Total 41 dosis de pasta base de cocaína o, si usted quiere, de veneno. Deberán responder por comercialización de estupefacientes.