

“—¿Qué estás esperando? Desnúdate —dijo…”
El falso autostop Milán Kundera
El miércoles pasado día de visita en la alcaidía Penal 3 emplazada desde el 2021 sobre las dependencias de la vieja comisaría 20 hubo novedades.
En un caso por la falta de agua y el corte de las llamadas teléfonicas a los internos y en el otro por el secuestro de 23 veintitrés gramos de marihuana, una bocha en lenguaje de jerga, del bóxer de uno de los alojados que cumple condena justamente por venta de droga. Lo visitó su esposa, una chica de 23 años, que fue detenida y encausada por tentativa de suministro de estupefacientes agravado por ser en un lugar de detención a pesar de sus gritos de inocencia.
Ella había pasado la requisa del ingreso sin novedad. Es una revisación profunda que incluye zonas íntimas. De qué galera sacó el plástico.

El servicio penitenciario dice que fue al baño y luego sentada en un banco hizo un pasamanos con el marido por eso intervinieron.
Por otro lado un habeas corpus rehabilitó las llamadas. Muchos las utilizan para hablar con sus hijos ahorrándoles la experiencia traumática de verlos encerrados.
