“Era como luchar con borrachos lentos y distraídos: cuando lograba traer uno, el otro se me iba…”
El cocodrilo Felisberto Fernandez
Las bocas de expendio minoristas de paco y marihuana son como los borrachos. Cerraste una y a la cuadra ya hay otra surtiendo al menesteroso mercado consumidor. No es un negocio para levantar cabeza. Los locales son taperas y los clientes pobres diablos necesitados de escaparle a una realidad rasposa rapiñando monedas.
En los asentamientos Kundsen un operativo exitoso clausuró ayer Viernes un kiosko de droga surtida donde se secuestró cuarenta y dos (42) pipas de pasta base (7.5 gramos de cocaína) y doce bochas de pasto seco picado (98.8 gramos de marihuana). El titular de nombre Marcelo Villaba (46) fue detenido en el allanamiento ordenado por Garantías 2 donde figuraba con el seudónimo de “el investigado”.
Tenía el taller de industria con balanza gramera y todo. Había $ 4.500 en Caja. En la AP 344/21 se lo acusa de vender psicotrópicos prohibidísimos, delito cuyo rango de pena comienza en cuatro años de prisión.