“Ver cómo el sol se despeña, cómo calienta el polvo, blando y enemigo…”
Dios en la tierra José Revueltas
En el chaco las vacas son muy peligrosas. No por su ferocidad cuanto por el valor de subsistencia que siempre han tenido para los gauchos en esas soledades. Cada animal desaparecido es una sospecha y un entripado.
A unos cuantos kilómetros de rivadavia banda sur lindan las fincas San Ramón y El Palmar. Tienen denuncias cruzadas de cuatrerismo a rolete. Hay inquina.
El 31 de Agosto del 2021 el dueño de la primera Héctor Salvador “Caschila” Correa (47) campea sus animales a caballo junto con su ayudante Vicente Moreira (30) que lleva un perro. Bordean la finca vecina de los Herrera. Ellos aparecen, el padre y los hijos, son cinco y tienen una carabina 22. “Vos sos acostumbrado de andar huelleando” es el reproche grito de guerra. No hay tiros, si machetazos, culatazos, garrote y chicote de unos contra otros.
Moreira para salvar al patrón revolcado de sangre con varios rivales encima mete cuchillo. Por las heridas muere Celso Nazario Herrera (25) y se salvan su padre y Correa gravemente chuceados.
Analizada la contienda Moreira es acusado de homicidio en exceso de la legítima defensa y su patrón de lesiones leves.
Los que llevaron la peor parte eran superiores en número y en armas. Defendidos por el abogado Julio Villalba los acusados firmaron un abreviado el viernes por tres años en suspenso, uno, y tres meses, el otro.
Lo homologó el Juez Raúl Lopez contra la oposición de la familia Herrera que, de más está decir, quería que el dúo pague con cárcel.