“Me quieren matar, Mareco. No lo tomes en joda, va en serio. Qué hice, te preguntarás…”
Sueños de perro Guillermo Orsi
El pericardio es la membrana que recubre el corazón. Para Diciembre del año pasado un chango del barrio Azucarero entró por la Guardia del hospital con un cuchillazo que no había penetrado pero sí lesionado su pericardo. Estuvo con respiración asistida en terapia intensiva con la vida en jaque. Un milímetro lo separó de la muerte.
Lo había atacado un vecino cerca de su casa, por la calle. Un tipo que, según su mamá, ni conocía ni era su amigo. El GAP ubicaba y detenía al Mauro Crescencio “Richy” Miranda (25) al que imputaban tentativa de homicidio. ¡Y qué te parece! un puntazo al bobo, no era para menos.
Sin embargo cuando la victima pudo declarar dijo que creía que no había querido matarlo solo lastimarlo. Con eso le dio una gran mano.
Miranda concretó hoy un juicio abreviado arreglando tres años y ocho meses de cárcel por el delito devaluado a lesiones graves. En su prontuario figura una condena anterior por robo calificado con arma en tentativa. Con la nueva es reincidente. “Estoy de acuerdo” dijo. Más vale.