“Era un lugar seco, sin amor. Únicamente el sonido metálico de las monedas…”
JAQUE MATE EN DOS JUGADAS W. I. Eisen
El Covid se bate en retirada mientras los chorros continúan con su devastador avance. En el marco de los negocios turbios de frontera y de la dinámica narco instalada en Orán. La publicidad oficial de la Policía promocionó estos días un trabajo por el cual se había logrado recuperar siete mil dólares robados a punta de pistola en el más centro imposible de calle 25 de Mayo entre Güemes y Egues.
El portador, decía el parte reproducido por todos los medios, los llevaba en una mochila negra. Se daba a entender una relación familiar entre la victima y uno de los chorros clave en el esclarecimiento del hecho.
Nada trascendía sobre la detención del supuesto damnificado, ni que era un pastor evangelista, ni que la denuncia en su contra la puso un contador público para el cual trabajaba en la compra venta de moneda extranjera. Franco Ismael Tolaba (25), en efecto, mandó a los Policías a la casa de un tal Jorge con la cara tatuada que era donde unos tipos encañonándolo con pistolas lo ramearon a lo del contador por el dato que guardaba más verdes. O sea le fueron a robar usándolo para la entradera.
Sucedió que se asustaron al ver las cámaras de seguridad y lo dejaron sin mochila en la puerta. Su patrón, parece ser, no le creyó la historia. Lo cierto que en la casa señalada secuestraron los dólares, dos pistolas 9 mm, un revóver, a más de marihuana y cocaína surtida.
Fueron detenidos Gustavo Vega (25), Rafael Pinto (31), Angel Martinez (24) y el remisero Francis Cabrera (57) bajo sospecha de haberlos transportado. La Fsicalía estará viendo por qué delitos los encausa partiendo de robo a mano armada. ¿Los rusos no fabricarán una vacuna contra los ladrones?. Que manden junto a la del coronavirus.