“No hay que tener hijos acá…”
Rambla triste Mariana Enriquez
Bajo una verdad que avala la psicología y los saberes populares que un niño no miente la suerte de un Colonense de 29 años acusado de violar al hijo de su pareja de siete años estaba echada. Ante semejante conducta sus crisis de llanto, sus clamores encendidos de inocencia, su desesperación, su despliegue expresivo no conmovieron a nadie.
Tampoco que fuera un buen trabajador rural que pasaba semanas fuera de la casa. El chiquito, vuelto con el padre, contó como el padrastro le metía la bola en la cola y en la boca entre otras iniquidades. Se lo dijo a la maestra y en la cámara gesell lo repitió. Hoy tiene diez añitos.
Catorce años de cárcel fue la condena para su agresor.