“Se hicieron poetas y, por lo tanto, se sintieron incomprendidos…”
Un hombre feliz     Federico Falco
Para ingresar al país por un gomón el requisito es que te acomodes en la montonera y si es posible no te caigas al agua. Nadie te pregunta quién sos ni de dónde venís. Chinos, nigerianos, berlineses o autóctonos da lo mismo.

Por Salvador Mazza entras cruzando el cauce de un río sin agua.

En alguna de estas formas ingresó el mes pasado una chica alemana de 23 años, Nathalie Sophia Schofeld, y de buenas a primeras en Salta se perdió.

Hubo denuncia intervención de la embajada y un miedo pánico siendo una turista extranjera por el caso de las francesas.

Un ex funcionario de Orán, hoy fiscal en Cachi y Cerrillos, Daniel Escalante, dirigió con éxito la búsqueda.

Nathalie estaba hecha toda un hippie vendiendo artesanías en la plaza de Cafayate. No tenía pasaporte ni registro de migraciones. Feliz de la vida con su aventura latinoamericana, sana y salva. En el consulado alemán respiraron aliviados.