“Tus ojos resplandecían como si vinieras a mostrarle a tu vieja un cuaderno lleno de felicitados. Estabas en libertad. Ella te estaba esperando. ¿Qué sería de los presos sin la vieja en la vereda?…”
Historia secretas de América Eduardo Belgrano Rawson
En la Unidad Penal numero tres de Orán tienen una bolsa gigantesca repleta de facas, puntas, hachitas y filos que han sido secuestrados en las requisas. Incluso hay una arma del tamaño de la espada de un gladiador romano que fabricaron con un cucharón de guiso que corta un pelo en el aire. La fueron afilando contra el piso en noches y noches de insomnio carcelario, un afectación extendida entre los internos que viven pidiendo ansiolíticos a los médicos de Ejecución. Por eso cuando los guardiacárceles detectan un piso rayado fija que están preparando un arma blanca, por no decir negra, por no decir roja. ¿Dónde consiguen el metal necesario para estas letales artesanías?.
En las paredes. Horadando el revoque aparece la malla de refuerzo cuyos alambres son materia prima de estiletes. Escondiendo la cabeza de un cincel para tallar y con un pedazo de palo de escoba salen unas mini hachas que no llegan a guillotinas pero tajean de lo lindo.
Todo ese arsenal clandestino salió a relucir el pasado Domingo 10 de Febrero cerca de las siete de la tarde una vez concluido el horario de visitas. Pudo ser una masacre. Fue en el pabellón A de planta baja, situado a la izquierda del control de internos, en el que se alojan presos con mala conducta, todos de Orán. Una sangrienta reyerta enfrentó a bandas que rivalizan por imponerse en el negocio de la droga intramuros o por broncas personales de ver quién es el más pesado o el más macho. Ya la cosa, supimos, se veía venir. Desde la mañana venían “pechando rejas” y peleando.
Quizá con la provisión de paco y porro, para consumo y para venta, que algunos familiares ingresan en las visitas, la cosa se desbordó. Estaban sacados. En esos líos pueden matarse entre ellos pero apenas aparecen carceleros unen odios contra el enemigo común. Dos escuderos y un escopetero entraron en medio del kilombo con gente gritando y sangrando y tipos sin nada que perder que lo mejor que podía pasarles en sus vidas de cuatro metros por cuatro metros era liquidar a un guardia.
Funcionó el plan de llamada por un grupo de Wathsapp y fue como la sirena de los bomberos que convocó refuerzos en minutos. Hubo balas de goma y de estruendo para rescatar a los heridos y sofocar a los delirados con facas en la mano. Se trasladó a seis al hospital tajeados y con la cabeza a medio partir. A cuatro días permanece el penado Daniel Benjamín Heredia.
Fueron dados de alta el Tuntun Jorge Daniel Yrigoitia (28) y los hermanos Gutierrez, Victor y Cristian, junto a Felipe Torres, supuestamente rivales de la banda de Carlos “Carlitos” Alvarez (20) un peligrosísimo ladrón de Constituyentes y el “Malechor” Hernán Rodriguez (25) de Estación. No hubo motín. Se tramita contra los actuantes una Causa de agresión entre similares, alteración del orden y disciplina, agresión al personal penitenciario y lesiones. Te la regalo vivir las tensiones de una cárcel. Para ninguno debe ser fácil.