“Y los criollos están… meta cerveza y sonrisa…”
Chaco salteño Oscar Palavecino
El fallo del Juez Edgardo Laurenci de Sala I que el miércoles absolvió al jornalero de Mora Blanca David Anastacio M (36) alias “Chilpavo” de abusar sexualmente a sus dos hijastras nos devolvió el alma al cuerpo.
En Junio un tío había sido condenado a trece años de prisión por violar a las mismas nenas. Lo del padrastro ya era desesperante.
Con cuatro añitos habían sido botadas en lo de la abuela por su madre, según contó ella en las audiencias. Crecieron en Rivadavia banda sur. Vulnerables en un ambiente de gauchos rudos y bebida.
En Cámara Gesell la menor de las nenas dijo que el acusado no se había portado bien pero sin hacerle nada por la fuerza. “Y no quiero hablar más de eso” le dijo a la psicóloga, tajante.
Chilpavo, además del abuso, tenía una causa de violencia de género por golpear, mechonear y amenazar con machete a su mujer. Por ese delito fue hallado culpable y condenado a dos años de prisión en suspenso. Llevaba un año encerrado, se ordenó su libertad.