“Por lo que a él respectaba todo era una puta mierda…”
La vida real Donald Ray Pollock
Un chango del Taranto, Gustavo Emanuel Bravo de 19 años, llegó a juicio con un año de prisión preventiva a cuestas señalado uno de los bandidos que asaltó una casa. Entraron pistola en mano exigiendo plata y como mangos no había se llevaron una moto.
Según la Policía fue quien indicó el lugar donde la escondieron. “Nunca les dije nada” alegaba él jurando inocencia. Dijo que trabajaba de bagayero para una patronita de Caballito.
Al final que pitos que flautas fue sentenciado el lunes a dos años en suspenso por robo simple. Nunca hallaron ninguna pistola. Para no volver tras las rejas se tiene que portar como un angelito.