“Le soltaron la mano hace poco…”
La garita      Gabriela Cabezón Cámara

Las disputas de poder son la historia humana. Desde la tribu hasta los grandes estados.

El desbarajuste que atraviesa la Justicia oranense una corporación de amigos, herederos, amantes, novios, primos, entenados, influencers mandaderos y chupamedias no desentona.

Espanta, eso sí, los ciudadanos alias perejiles bajo su arbitrio sin nadie en quien confiar ni nadie que resuelva nada todos enfrascados en luchas internas de los del ministerio público con los del poder judicial de las mujeres contra los hombres que se tiran con unos hongos de Hiroshima y se tratan de delincuentes consumados siendo que nos han refregado en la jeta que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario.

Es el demonio del narcotráfico que corrompe, justifican.

y sale un político hoy encumbrado funcionario con un aparato publicitario arrollador diciendo que un Juez de Garantías local solo garantizaba tu suerte personal en relación directa a la mosca que le depositaras en su cuenta.

Y los abogados andan buscando a tientas expedientes que se llevaron reventando las puertas de las oficinas del Juzgado y las mujeres de gente que tienen presa de no se cuantos meses con el artilugio de una dudosísima asociación ilícita le agregan a las fiscalías bochinche de batucada al batifondo tribunalicio.

Y tienen en celdas oscuras a un letrado y a un intendente con el saco puesto de encubridores de un crimen sicario asegurando junto al magistrado fama mundial al fascinante producto mediático de los buenos purgando a los malvados restaurando la ley y el orden. EL MÁS PODEROSO TENDRÁ RAZÓN.

Después habrá vacantes, postulantes, licencias, aumentos de sueldo, cuñas, juramentos solemnes, fueros, corbatas, acomodos, discursos, disimulos, intereses personales y nuevos empleados públicos pendientes antes que nada no les vayan a mover el piso.