“Debe pensar que nadie que no sea como ellos es capaz de matar…”
Matar a un perro Samanta Schweblin
Dos constantes signan la vida del Gallo negro Hugo Ramón Saracho (37): las balas y la cárcel.
En algún juicio le escuchamos decir que la droga era la causante de sus conductas criminales. Tiene tres condenas, todas relacionadas con armas de fuego y tiroteos.
Fue el que en diciembre del 2018 recién salido de la prisión dejó las paredes de los departamentos de Egues y Rivadavia llenas de agujeros humeantes. Con un 38 largo. Le dieron tres años y medio más de cárcel. Buscaba una bolsa de plata de una carga mejicaneada.
En marzo del 2023 ya libre le atravesó la pierna de un tiro a un cumpa que le competía en la venta de droga y de paso le mató al perro que quiso defenderlo. Con una bala 11.25 en la cabeza. Éste año lo absolvieron pero en casación anularon el juicio y tiene pendiente lo hagan de nuevo.
La madrugada del 2 de septiembre se presentó en una casa del 20 de Febrero con tres compinches y la acribillaron a balazos. No mataron a nadie pero dejaron el auto de una de las victimas como un colador. Recién lo detuvieron el pasado 13 de noviembre.
En su domicilio secuestraron cartuchos 22 y de escopeta. Hoy se realizó la audiencia de imputación en su contra, la segunda del plan piloto de oralidad penal que pretende agilizar los procesos. Con sus antecedentes cualquier pena que le impongan va a ser efectiva. Cada vez que lo sueltan reincide con sus balaceras de psicópata. Fayos confirmó la prisión preventiva pedida por el subrogante Carlos Salinas a cargo de la fiscalía penal 3.