“Amigo mío, un fantasma no puede existir…”
El fantasma de Canterville Oscar Wilde
Una tarde de domingo accidentosa. En la rotonda de Pichanal una Toyota Hilux se clavaba en el pasto.
Para el lado de Colonia altura kilómetro 1280 sobre ruta 34 un Siena aparecía semisumergido en la maleza banquina adentro.
Al conductor, un hombre de 45 años del Cruce, lo ubicaban machado y asustado en la Quena. Se había quedado dormido manejando y tras el vuelco creyendo ver muerto a su acompañante huyó aterrado. El acompañante, 38 años, boliviano de Libertador, no tenía ni un rasguño. El chupete se hizo la película. Solo fueron daños materiales.