“…Yo no quiero bicicleta,
no me gusta pedalear,
ni tampoco una carreta
por lo despacio que va.
Quiero uh uh
una gran moto que corra igual
que un cohete espacial…”
La motocicleta Los Bravos
La educación va adaptando sus contenidos en función de los nuevos saberes y descubrimientos que en la hipermodernidad globalizada se producen microsegundo tras microsegundo. Hasta hace poco el sistema abiótico de la vera de los ríos no contenía motocicletas, cosa que hoy es sumamente común tal como pasaremos a detallar.
Hace dos meses en Embarcación un hombre se presentaba para hacer un trámite en la Comisaría manejando con hidalguía una Guerrero 110 que había sido robada el 11 de Julio de la puerta de un casa a media cuadra del colegio Juan Carlos Dávalos. Constatado que se trataba del vehículo en cuestión era secuestrado y su poseedor detenido. Como siempre la Policía mentía sobre una profunda investigación y le servía que el “Guara” Roque Enrique Guarachi (47) del San Cayetano tuviera sus buenos antecedentes.
¿Qué dijo el hombre que se mandó preso solo en su defensa?. Que la moto se la había encontrado en el río. ¡Me la hé hallao!.
Lo mismo dijeron los poseedores de una Skua 150 detenidos por los civiles de la Colonia en Saucelito el 9 de Octubre, siendo que la moto le había desaparecido cuatro días antes a un chango de 33 años que había ido a pescar en la banda del río San Francisco y entusiasmado cruzó a la orilla contraria debiendo volverse a gamba.
Los suertudos que habían encontrado el elemento abiótico en el ecosistema lacustre eran todos de Saucelito. Carlos Daniel Cruz (21), Walter Gonzalo Lezcano (21) y un menor de 16. Frente a la Policía se echaron la culpa entre ellos y vos que tu hermano tiene esa moto blanca que le sacó a la chica.
Los acusan de robo en despoblado y banda agravado por la participación de un menor. Tendrían que haberse quedado callados. ¡Me la hé hallao!. Y chau. Como si fuera una gallina.