“Ya adentro, uno de los asaltantes puso el cerrojo en la puerta…”
Rúbrica Juan Filloy
En la investigación del robo al hotel Baritú perpetrado dos meses atrás por tres tipos de pasamontaña y pistola la Policía relacionó varios hechos para detener a una de las mucamas.
Los chorros sabían donde se guardaba la plata. Tenían el dato. Alguien del personal podía ser el entregador.
El 9 de octubre del atraco al mediodía estaban el gerente y dos mujeres de limpieza. A todos los tiraron al piso. Si no se quedan quietos les pegamos un tiro fue la advertencia. Se llevaron plata, un botín bastante magro, documentación y tres celulares. Los vieron rajar en un Prisma oscuro sin chapa.
Surgió que una de las empleadas era la hermana de Carlos Horacio Figueroa (31) fugado de la alcaidía en abril. Esperaba el juicio que se desarrolla estos días contra los asaltantes de un distribuidor de Arcor parecida modalidad a la del hotel.
Ubican uno de los teléfonos robados en la celda de cobertura del 4 de Junio donde tiene domicilio Figueroa. El 31 de octubre allanan y detienen a Yiyo (39) la hermana que para esto seguía trabajando en el Baritú. La acusan coautora de robo doblemente calificado.
Pasados quince días el 17 de noviembre ante la inacción fiscal (no pidió la preventiva) el Juez de Garantías la libera y su abogado defensor Santos Saldaño pide la sobresean. Sigue imputada pero libre. El auto filmado pero desaparecido. Lo robado ausente.
