“El arma le relumbraba en la mano oscura…”
Ophidia y otras personas Gustavo Diaz Solis
El formidable circuito de distribución del narcocontrabando fronterizo incluye las encomiendas. El correo argentino no da abasto con los paquetes que salen para todos los puntos del país. Algunos con ropa, otros con hojas de coca, con plata o con pichicata.
Hay en torno al negocio un ladronaje atento.
El robo al depósito de Andeani de ayer a la vuelta misma de la Brigada de Investigaciones y a la plena luz de las tres de la tarde con capuchas y fierros demuestra hasta donde pueden llegar y el grado de impunidad que creen tener.
El golpe fue un fracaso, a pocas cuadras abandonaron la camioneta de la empresa con la pila de encomiendas que “seleccionaron”.
Les filmaron el Citroen 3C blanco en el que llegaron y rajaron.
Es de un roba bultos y lonas, “gato conocido” en la jerga policial, sobre el que ya fueron rechazados dos pedidos de allanamiento en los últimos meses. Ahora se espera una nueva orden judicial para actuar. No es la única banda en el rubro.