Hay lugares en el mundo en los que la gente no pone rejas en sus ventanas, no pone alambres de púas ni electrificados, no lleva sprays de gas pimienta, no teme a las calles oscuras. No se usan drogas para delinquir. Hay lugares en el mundo en los que no son necesarias paredes altísimas de doble fila de ladrillos, ni luces que se prenden con el movimiento, ni puertas blindadas, ni candados, ni alarmas, ni existen peligros saliendo a dar una vuelta, ni dejando tus cosas sin resguardo. Esos lugares no incluyen las localidades del noreste de Salta en las que te ves obligado a vivir con el culo en la mano. Enseñando a mastines a destrozar personas o comprando pistolones de John Wayne. La inseguridad genera historias todos los días.
El 8 de Enero en la Colonia un chango dejó la moto en el garage del lugar donde alquila y al despertar se la habían choreado. Rutina. Los investigadores de la Comisaría supieron de oídas que el Julio Sandoval (22), uno de los fichados adictos y ladrones de la jurisdicción, anduvo chupando con otros cerca de la casa, y de visu por la cámaras de seguridad de los comercios de la cuadra que se llevo empujando la moto. Era clavado que la iba a cambiar por pichicata. Con el dato de un proveedor posible de barrio municipal, se movieron.
“Lamento decir que me era imposible acercarme lo suficiente como para oír lo que decían sin despertar sospechas; lo único que pude inferir por sus ademanes, es que trataban un asunto de sumo interés para ellos…”
Cazador cazado Willie Collins
Observaron al dealer, un tal Perachi, en la puerta, con una mochila de cuyo interior sacaba ¿caramelos? que repartía con los changuitos que iba y venían. Cuando gritaron alto Policía hubo una desbandada general saltando tapias y abollando chapas de los techos, mojarras en cardumen que era pegar manotazos en el agua y no pescar ninguna. El vendedor cayó. En la mochila tenía un bazar completo, un almacén de ramos generales para piperos en general. Un ladrillo, una bocha y 18 porros armados de cannabis más 30 Pacos de paste base, un raviol de cocaína y 14 Rivotril.
De lo de un familiar en los asentamientos Nueva Esperanza secuestraban la moto robada que le había cambiado a Sandoval. Ambos fueron detenidos por vender droga y robar motos.
Hay lugares en el mundo en los que esto pasa con insoportable frecuencia.