La tarde de ayer Sábado amenazaron hacerse pandemia los lutos que el Bermejo depara todos los años para Enero.
Tras rescatar el cadáver de un pescador perdido en la Morita la gente de la división policial guardia de incendios y otros siniestros fue alertada que tres mujeres (la mamá y sus dos hijas) habían sido arrastradas por las aguas a la altura de la finca del Chivo Angel un lugar que llaman Piedra Bola frente a la peña.
Se estaban bañando. Al llegar las chicas habían logrado salir pero la madre no. El pronóstico no podía ser más oscuro ni la desesperación más aguda. Con la lancha en el agua la información de una persona agarrada de un palo en medio del torrente unos kilómetros delante apuró el operativo rescate. Era la mujer arrastrada. Fue sacada por los de la Fluvial.
El reencuentro con sus hijas fue un abrazo interminable. No necesitaron asistencia médica del Samec. El episodio se redujo a un susto que no se les va a borrar por muchísimo tiempo.