“El agua lamía sus cuerpos desnudos y oscuros…”
Muerte en el estío Yukio Mishima
Prontos a cumplir dos semanas desde que el primero de tres ahogados se reportó en el alto Tarija todavía dos de ellos seguían perdidos en las aguas embravecidas del Bermejo en torrente.
El Tejón Rodriguez (23), vecino de la comunidad guaraní de la argentina olvidada del algarrobito, cayó de una chalana. Cuarenta y ocho horas después un pescador, Juan Oscar Arias, fue arrastrado en playa del Diablo.
Al tercero, Mauricio Castro, adolescente de Pichanal, lo localizaron leguas abajo en el río San Francisco donde el agua lo despegó del caballo cuando con otros changos pasaban animales para el Talar. Familiares decían que el chico era obligado a cuatrerear. Sospechaban un crimen. Graves atentados lo descartó. Asfixia por sumersión fue causa de muerte.
Varias dotaciones de emergencia lacustre argentinas y bolivianas diezmadas de efectivos por el dengue continuaron una tarea titánica. Con el tiempo en contra.
En la zona de los Pepinos un chaleco salvavidas fue preanuncio del hallazgo la siesta de hoy del pescador de Orán. A dieciséis kilómetros de la Quena.