“Una sirena. La voz de un policía. Un movimiento…”
La multitud Ray Bradbury
El allanamiento es un acto judicial engorroso. Que se metan en tu casa y te la den vuelta resulta indigerible. Máxime si vos no tenés nada que ver con el entuerto.
Patricia y Abigail son hermanas del “Max” Amaya, un adicto de Estación con antecedentes, tenido como uno de los que asaltó en el mercado a una mujer policía que sufrió del arrastre fractura de peroné.
Allanaron su casa el sábado 14 de enero secuestrando diez mil pesos (a la victima le robaron la cartera con ochenta mil) y un machete puntiagudo (la amenazaron con un filo).
Las mujeres dicen que ni la plata ni el arma son del ladrón sino de ellas y del padre.
Tienen que pedir constancia del secuestro y reclamar lo propio. Están enojadas con el trámite violento del operativo. Se entiende. Debe ser una experiencia horrible.
Sobre el familiar detenido no objetan nada. Se maneja en el mundo de las drogas y el delito.