“-Pero escúchame…
-No tengo nada que escuchar, no quiero…”
Anécdota pecunaria J.M. Machado de Assis
Uno de los hechos criminales del año que más atención suscitó fue el del robo céntrico de siete mil dólares a partir del cual se detuvo a una banda de cinco personas entre quienes figuraba el Pastor de una iglesia evangelista del San Expedito sospechado de ser planificador y jefe. Por estos días la Justicia promocionó que bajo cargos de robo doblemente calificado por arma y banda, sumado, para algunos, la venta de droga y tenencia ilegal de fierros, todos quedarán guardados con preventiva.
El asalto tuvo lugar el seis de diciembre a horas 18.50 al lado de una librería sobre calle 25 de Mayo a metros de la Egues. Tres días después el Pastor Franco Ismael Tolaba (25) declaraba en la Fiscalía Penal 1.
Dijo que hacía cuatro meses trabajaba con un “contador” cambiándole dólares. Un músico de la Iglesia se lo había presentado como “contador” no conociendo ninguno de los dos el nombre del otro. Ganaba una comisión. El día del atraco le ofreció diez mil dólares para hacerlos pesos. Era la quinta o sexta operación conjunta. Cargando siete mil en la mochila visitó a un ex convicto de nombre Rafael Edgardo Pintos (31) que solía cambiarle agradecido que un tiempo atrás lo conchabó al salir de la cárcel. Pintos quería los diez mil.
Fueron en sus motos a lo del “contador” para completar la cifra. En la puerta al momento que le mandaba mensaje para que abra Pintos desapareció siendo súbitamente reemplazado por dos sujetos encapuchados que le arrancaron la mochila con los verdes. Los vió irse en un auto de un color indefinido entre verde, gris y negro.
Pintos tenía que ser el autor de la jugada (era el único que sabía lo que llevaba). Escondido en el móvil de la Brigada fueron a su casa y a lo de un primo en Juventud Unida donde no solo se recuperó la plata sino que se secuestró una importante cantidad de droga para vender y las armas nueve milímetros utilizadas.
Tolaba culpa a Pintos tanto como Pintos culpa a Tolaba en su indagatoria.
Sus presuntos socios son el “Pelao” Gustavo Javier Agustín Vargas (25), Angel Isaac Martinez (29) y el remisero Francisco Damían Cabrera (57). El relato del Pastor tiene sus oscuridades. Propias del mundo subterráneo en el Orán de la droga. Narró que su iglesia ayuda mucho a la gente entre tantos a Pintos intentando sacarlo de la delincuencia. Sin ningún éxito por lo que se ve.