“La verdá, la verdá, me plantó la mano en el culo y yo estaba ya a punto de pegarle cuatro gritos cuando el colectivo pasó frente a una iglesia y lo vi persignarse. Buen muchacho después de todo, me dije…”
Visión de reojo   Luisa Valenzuela
El 24 de Septiembre una mujer denunciaba a un miembro conocido de la comunidad homosexual de Yrigoyen enfermero de 51 años por lo que consideraba delitos sexuales contra su hijo de 14 años. Decía que en la calle la tal TM lo tomó del brazo llevándolo a un terreno baldío para que “esté con él”.

En el terreno había un baño de material derruido donde lo acorraló tapándole la puerta. Le ofreció plata, le dijo que era lindo y le ofreció si no quería le muestre unos videos porno del celular para entrar en materia. El acoso fue verbal no le tocó un pelo. Ni le mostró ninguna parte. Uno que pasaba gritó ¿qué pasa ahí? y el incidente terminó despidiéndose el denunciado “igual después nos vemos”.

En el expediente judicial 63115/20 calificaron su proceder como corrupción de menores y privación ilegítima de la libertad. No declaró. La carátula es por lo menos rara. Los chicos hoy a los diez años vieron más porno en sus celulares que sus abuelos en toda una vida. Habría que denunciar a Internet. Eso sí, se puede haber asustado con la propuesta, TM es un grandote, lo conocimos en el Juicio de la Enriqueta en Marzo.

No declaró. El pasado 20 de Octubre luego de casi cuatro semanas detenido le dieron la libertad a pedido de su abogado Ramón Saldaño y contra la pretensión fiscal de dejarlo preso. Prejuicios, miedo, discriminación, tentación, tentativa, son algunas palabras que rondan la causa.