“Estábale mostrando al pez un arroyuelo
Estábale mostrando al pez un arroyuelo
peligro de peces grandes y los anzuelos…”
Pescadito guacho Omar Moreno Palacios
El 19 de Mayo pasado en el control de Cabeza de Buey Gendarmería hacía bajar a los ocupantes olorosos mugrientos y con cara de repipeados de un remis Fiat 1 que los había recogido en Metán, en la finca Santa Rosa, y en Yatasto, eran el Galleta Nestor Enrique Santa Cruz, un delincuente Oranense que como tantos pasó del robo a la droga cargando una bochita con 33.36 gramos de pasta base, su colega Javier “Chiquiliki” Alfaro de Estación con 22.20 gramos en su envoltorio y el menor de 17 años alias Chuky con 10.50 en su plástico. Estaban volados.
Decían que venían de pescar pero no tenían cañas ni líneas con anzuelos, ni una miserable unca o una mojarra seca o la herida de una chuza de bagre en la pierna por la sencilla razón que no venían de tirar el gancho en el Juramento sino de tirar las mochilas con 53.495 gramos de cocaína el día anterior en las plantaciones de maíz del kilómetro 1441 de la ruta 9 pillados por los gendarmes.
El trío integraba la banda de los Pryszcepa, un apellido con resonancias croatas que venían siendo investigados desde el 2016. Juan horacio “Chapa” y su hermano Sergio Miguel “Yoni” Pryszcepa habían sido detenidos esa noche, tras largar a los mochipiperos antes del control pasando uno en su Astra y quedando el otro en su Bora, estacionado, a la espera de los acontecimientos. Tenían intervenciones directas de sus celulares.
Sabían del tercer barredor que integraba la comitiva cuyo punto de entrega era en Tucumán. En una Fiat Toro iban Edwin “Aguila negra” Gallardo de Perico con el “Molinier” Alejandro Soliz (25) bagayero de Caballito detenidos junto con los compradores Raúl Héctor Delgado y Héctor Daniel Delgado (padre e hijo) en el barrio Rosello de Tucumán.
Los nueve fueron procesados con prisión preventiva el 2 de Julio por el Juzgado federal de Orán a cargo de Gustavo Montoya en carácter de coautores de transporte de estupefaciente agravado por el número de participantes con un embargo de un millón de pesos a cada uno. El Juez considera que realizaron actividades coordinadas y con división de roles y funciones. Hace rato que estaban en el negocio.
En una escucha del tal Galleta de Marzo le preguntaban si tenía para guardar “DIEZ YUYUS” a “SIETE” interpretado como 10 paquetes de marihuana a 7 mil pesos. Eran de los nuevos ricos de la droga. Autos, camionetas viajes construcciones palaciegas, completito, sin que, como se argumenta en el procesamiento, esté acreditado que trabajaran de algo. Se ordenó que una Amarock, el Bora y la Toro pasen a la unidad de investigación de delitos complejos y procedimientos judiciales Orán de gendarmería.
El lunfardo narco es fabuloso ¡yuyus! ¿y si fuera cocaína? ¡talcus! !bluncus!. Indescifrable.