“Perfume acre flotaba en el aire confinado entre los cuatro muros blancos…”
El juguete rabioso Roberto Arlt
La cárcel de Salvador Mazza es un poquito permeable. Por abajo por arriba por el centro y por depósito bancario a la cuenta de algún Policía visto la repetición en las noticias de fugas en todas sus variantes.
La frontera también es permeable un handicap del que gozan los huyentes. Hoy en la sobremesa del almuerzo se escaparon seis por los techos. Pillaron a dos. Quedan cuatro, se llaman Bonifacio Córdoba, Santos Reynaldo, Dario Brites y Oscar Da Silva.
Bolivia queda a dos pasos. Te mojas las patas en la zanja que divide los países y saludás a tus perseguidores desde la banda. Sin embargo alguno podría encarar al sur y esconderse en nuestro departamento.
No sabemos de qué los acusan pero el parte oficial ya los catalogó de “peligrosos”. Si los vé lo mejor es no trabar amistad con ellos.
