“Cuando la luz ingresó a la habitación y la calle se pobló de ruidos, sus ojos seguían abiertos y sus oídos en guardia…”
La ciudad y los perros Mario Vargas Llosa

En las cárceles, por lo menos teniendo como referencia las películas de Hollywood, hay ratas. Es más, en algunos filmes, los presos hambrientos se comen a las ratas o viceversa. En otros se hacen íntimos amigos.

No podía ser que en nuestra unidad carcelaria número tres enclavada en un monte que hoy es un asentamiento al lado de otro, no hubiera roedores. Disparó la (o el, hay una discusión sobre el artículo correcto) alarma que un interno de 23 años internado en el hospital dio positivo para Hanta Virus.

Cumple una condena de abuso sexual y, por lo que sabemos, está fuera de peligro. Sin embargo supone que ratones colilargos andan por los pabellones.

Sabemos que vino una Comisión de la Unidad uno de Villa Las Rosas y llenó de trampas toda la unidad. Van a caer o caer. Por algo hay que empezar.