“Lo descubrí en ese instante, que todo lo increíble es verdadero…”
La culpa es de los tlaxcaltecas Elena Garro
La denuncia era más falsa que las risas compiladas de todas las suegras en la historia de la humanidad por usar una chacota estúpida. La venganza de un narco a sus depredadores acusándolos que habían violado a la mujer.
La causa alentada por la óptica de genéro impuesta por el Estado donde los hombres son malos y mentirosos por naturaleza y las mujeres buenas e incapaces de mentir siguió su curso.
El hecho era de agosto del 2016. A casi siete años el oficial auxiliar Pablo Alberto Diaz (36), el sargento Luis Alfredo Castro (34) llegaron a juicio por secuestro y violación agravada, junto a la sargento ayudante Analía Valeria R (37) que no asentó el supuesto episodio.
La “victima” era la Marisol Diego, pareja del Polo Policarpio Flores (45) un narco de la runfla de los Coyas Rojas o Juansutis Aguilera que cumple una condena de doce años y medio en Villa Las Rosas. Su “brazo ejecutor” para las cargas de droga que distribuía desde la cárcel era la Diego, condenada también.
La historia de la violación se desdibujó en las audiencias ya que ambos, en un operativo de Drogas Peligrosas a la salida del bailable Luciano, se habían “desmayado”.
Total. El Juez Fabian Fayos absolvió este mediodía a los imputados.
Fueron defendidos por las abogadas Karina Guaimás y Celeste Gauna de la Policia y el defensor oficial Federico Gil Neuer.
