“Le sangraban las encías, los labios quemados por la pipa, el olor a alquitrán en el aliento…”
El chico sucio Mariana Enríquez
Las pandillas de piperos al sur de la ciudad son de temer. En abril del año pasado saquearon e incendiaron dos casas contiguas de la Bustamente al fondo pasando la Juana Azurduy.
Para ejercitar su locura pirómana blandieron la excusa de vengar dos chicos accidentados o asar un violador. La llegada de los bomberos impidió que el fuego se propagara al comedor La Mami, situado a continuación de las viviendas quemadas.
Los vecinos tenían registrado que los forajidos se juntaban a la vuelta, en lo del “Chaqueño” Nestor Salazar (32), a meterle al paco. Según denunciaron los comandaba pagándoles con droga. En su casa la Policía secuestró un arsenal de elementos robados. Otro, identificado como el “Ají” Martín Miguel Gallardo (34), se sumó a la causa penal caratulada robo en poblado y banda, violación a las medidas sanitarias e incendio intencional.
El Juicio contra ellos estaba previsto hoy y mañana en la Sala I. Un arreglo lo redujo a quince minutos. Les bajaron la acusación a robo, daños y violación sanitaria aceptando ambos la pena de tres años de prisión en suspenso más las formalidades de portarse bien y no acercarse a las victimas que viven en la misma manzana (??).
Fue su segunda condena. Salazar tenía una por tenencia de droga en el 2017 y Gallardo una por robo calificado de cuatro años y medio en el 2014.