“Se oyó un sonido corto y seco…”
Un día después Vicente Battista
Anoche en la Nueva Jerusalen de Pichanal ese grupo de casillas ensanchadas por asentamientos frente al frigorífico bordeando la ruta a JV Gonzalez un problema depositó en el hospital con un enorme tajo en la cabeza a un vecino de cuarenta y tantos años. Había invitado a un amigo a tomar a su casa. Estaban en el fondo navegando ya bajo los efluvios inmanejables del alcohol cuando se le hizo al invitador que el invitado miraba con ganas a la mujer.
El amigo se volvió un desconocido eructo por medio.
Buscó un palo para reparar la ofensa y se lo partió en la sesera. Fue trasladado inconsciente en la ambulancia, recibió diecisiete puntos de sutura y lo derivaron a Orán para con una tomografía definir la gravedad de la lesión. Hasta el momento no se recibió denuncia.