
“La chica estaba llena de sospechas…”
El falso autostop Milán Kundera
Un año atrás el 24 de marzo en su casa y vivero lindero al monte donde termina el pasaje Siria en el 4 de Junio un hombre de 57 años dedicado a vender plantas fue hallado muerto de un traumatismo craneal producido por una piedra.
El “Lacato” Larico Apaza vivía con una chica treinta y siete años menor la Alexandra Abigail Vides (21 años a la fecha) con la que los vecinos dieron fe no se llevaban bien.
Para explicar lo desparejo de la pareja decían que ella ascendió de hijastra a esposa y hasta escuchamos versiones que se la habían vendido de chiquita.
Ella dijo que ese día unos changos de un auto negro apedrearon la casa. Después aceptó una pelea y un cascotazo.

Llegó a Juicio acusada de homicidio calificado por existir con la victima una relación de pareja, figura cuya pena única es prisión perpetua. Mediante un abreviado su defensor Federico Gilneuer logró bajar el castigo a once años por circunstancias extraordinarias de atenuación relacionadas con los problemas psiquiátricos de la chica y el hecho de haber sufrido maltratos en una convivencia tóxica. Vides asistió vía remota desde la unidad carcelaria 9.
En la sala los familiares de Larico no objetaron el arreglo.
