
“El hambre es aguijón más eficaz que el látigo y la espuela…”
La compuerta número 12 Baldomero Lillo
Hay una característica común a todos los que venden droga en los barrios. No es ni una maldad innata, ni una patología psiquiátrica, ni unos deseos perversos de joder la sociedad, es que son pobres. Y metidos en el negocio no pasan de pobres a ricos pasan de pobres a presos. O sea de guatemala a guatepeor.
Alvarado al sur lindando el monte confín de los extendidos asentamientos del 4 de Junio en el escenario de siempre, el enrejillado de madera, un crotaje de tumbados que van a buscar un elixir mentiroso, los pasamanos roñosos, los billetes sucios y arrugados, el miedo a los zombies.
En septiembre del año pasado allanan.
Una denuncia web anónima asegura que en lo de la Dai Daiana Marisol Padilla (20) y su pareja Diego Armando Rivero (22) venden paco las veinticuatro horas. Secuestran dieciséis bochitas de una sustancia amarillenta pasta base residual de cocaína con mayor poder tóxico y adictivo que el clorhidrato. Dos balanzas grameras, los plastiquitos, lo habitual de los minoristas.
En audiencia de control de acusación celebrada hoy supieron que van a ir a Juicio y hasta tanto seguirán preventivamente engayolados.
